Para un jugador de fútbol la
carrera es corta y los años no pasan en vano. Colombia tiene en este momento
una de sus mejores generaciones de atacantes que ha dado su historia. Los
nombres de Radamel Falcao (Mónaco), Carlos Vaca (Villareal), o Luis Fernando
Muriel (Fiorentina) ya son comparados con los del Anthony de Avila, Faustino
Asprilla y Adolfo ‘el tren’ Valencia. Pero todo tiene un final y un recambio.
Todos son conscientes que la renovación está en la carpeta del seleccionador
Carlos Queiroz y está empieza tomando en cuenta a las nuevas figuras que vienen
apareciendo. Luis Sinisterra se luce en el Mundial sub 20 y es el símbolo de
una nueva camada de artilleros que ya pide minutos en la selección mayor.
Hablar de Sinisterra es
hablar de un delantero generoso. Nacido el 17 de junio de 1999, el delantero
caucano se formó en los juveniles del Once Caldas. En el 2016 alterno pocos
minutos en el equipo de Manizales, pero el 2017 fue el año de su consolidación.
Apenas dos goles en la temporada no fueron la principal referencia para el
joven atacante puesto que los clubes europeos empezaron a destacar su
despliegue dentro del campo. El inicio del 2018 fue mucho mejor porque
Sinisterra anotó 4 goles y ya se había afirmado en el Once Caldas. Esta
situación no pasó desapercibida y el Feyenoord de Holanda fue quien se llevó a
la nueva perla del balompié colombiano. Con los de Rotterdam ha alternado en el
equipo sub 20 y el primer equipo, aún no se gana un lugar, pero es seguido de
cerca por los miembros de la selección colombiana.
Sinisterra es un jugador que
trabaja mucho por fuera tanto ofensiva como defensivamente. No es egoísta es
por ello que quizá su registro goleador no es tan espectacular. Su especialidad
son las diagonales de afuera hacía adentro, con este movimiento crea espacios y
penetra la defensa rival según la circunstancia. Es último en presentar su
candidatura para ser parte del relevo generacional y es que sin mucho
aspaviento Colombia ha empezado a dejar atrás a los mundialistas y darle más espacio
a la nueva generación. Prueba de ello son los casos de Santiago Arías (Atlético
de Madrid) dueño ya de la banda derecha de la selección. Davinson Sánchez
(Tottenham Hotspur) y Yerry Mina (Everton) centrales fijos en las alineaciones
cafeteras, y como olvidarnos de Frank Fabra (Boca Juniors) lateral o volante
por la izquierda.
Wilmar Barrios (Zenit) y
Jefferson Lerma (Bournemouth) conforman la primera línea de volantes, y Mateus
Uribe (América-Mex) se está metiendo de a pocos en el primer equipo. Duvan
Zapata (Atalanta), Rafael Santos Borre (River Plate), y Sebastián Villa (Boca
Juniors) ya están presionando para ser la nueva cara del ataque colombiano.
Luis Sinisterra está jugando
el Mundial sub 20 con Colombia y ya es uno de los destacados. No es una promesa
puesto que pese a no consolidarse todavía en el Feyenoord su juego tiene el
desparpajo de aquellos grandes a quienes no les pesa la camiseta. Hasta donde
llegará, por ahora es difícil saberlo, lo único cierto es que el futuro de la
ofensiva colombiana está asegurado y en muy buenas manos.
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