El ocaso solar es música ideal para el atardecer, la brisa marina y su caprichoso perfume; caminando sin rumbo me acojo a la generosidad, la cual comparsa eterna se niega a dejarme y promete acompañarme.
¿Desprendimiento o locura? ¿Crisis mundial? El Madrid ni siquiera lo piensa, todo lo contrario, adquisiciones como la de Kaká y la de Cristiano Ronaldo lo corroboran. ¿Glamur u obnubilación?
El inicio de la liga nos presenta un Madrid con nombres mas no con equipo. Un merengue con un sistema, pero sin los automatismos que se necesitan para alcanzar el éxito.
Lo que primero llama la atención es el porqué se tentó adquirir a Maicon (Internazionale) . Arbeloa es un buen jugador pero sus rasgos están amistados con la marca y no con la proyección.
Esto crea una descompensación, ya que por izquierda Marcelo y Ronaldo (muchas fintas, poca efectividad) transitan, pero por el otro lado hay un espacio vacío.
Ezequiel Garay y Raúl Albiol son los centrales, pero cuidado, se espera el regreso del impulsivo Pepe y de Sergio Ramos.
Lassa Diarra y Xabi Alonso son los escuderos de un Kaká con libertad de movimientos, flotando y buscando el perfil para su remate desde fuera del área.
El histórico Raúl en la ofensiva. Muchos llegaran pero el canterano no saldrá y con su experiencia tiene bastante por enseñarle a Karim Benzema.
Y para terminar, mención especial para Iker Casillas. El mejor, aquel que llega a lo imposible y sin duda parte del esqueleto madridista, no de hoy sino de los últimos años.
El anochecer apacible que enamora e inspira al poeta; cuyas epístolas hablan y reclaman, cuyas ideas expresan y enseñan.
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