En la apacible noche la cual se confunde con el dinamismo laboral, empieza a inundarse el apetito intelectual, siendo un libro abierto un cerebro que habla o un cerebro un libro que narra.
Creí no verlo mas, enajenado todo tipo de animadversión, pero la UEFA y el destino volvió a reunirnos, el escenario, la Champions League , el motivo, sus errores.
Suerte tienen algunos y el buen Tom Henning Ovrebo no puede negarlo. Informado por ese gigante llamado internet, fluía una nueva hazaña del colegiado noruego; no bastándole su desastrosa performance en Stamford Bridge, que convirtió al Barcelona en el mejor equipo del mundo.
Con la cicatriz completamente cerrada y con los malos tiempos olvidados, el desafortunado Ovrebo volvió a estar en boca de todos y peor aun, otra vez en el máximo torneo continental.
Casi firmado el empate en Múnich entre el Bayern con la Fiorentina, y con un arbitraje mediocre, todo suponía que el escándalo estaba lejos de aparecer, pero Ovrebo era el réferi y cualquier cosa podía suceder.
Y así paso, gol de Klose en los últimos minutos, nada raro, pero evidente posición adelantada del ex Werder Bremen, muy clara, sin necesidad de repetición, y entonces , ¿Qué dirá Ovrebo? Porque en estos casos las justificaciones quedan al margen.
¿Quién programa estos árbitros con antecedentes? ¿Acaso se busca favorecer a los históricos? ¿es Ovrebo un arbitro confiable y de talla internacional?
Muchas dudas que la UEFA debería despejar o acaso piensan que castigar a Drogba y a Ballack fue justo, o es compensatorio solo disculparse ante la Republica de Irlanda por lo sucedido en Saint Denis.
Parafraseando: “la pelota no se mancha, la manchan”
La gente transitaba sin cesar, con, sin o motivados. El cerebro un libro que habla o la memoria la experiencia que enseña.
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