Muchos lo dicen y otros lo hacen, siempre se espera y nunca se cumple. Porque si de esperanza se trata de realidad se habla y si de realidad se habla la esperanza no manda.
La observación y la suspicacia van de la mano al menos en este momento o en mi momento, porque de la inocencia del niño se anexa a la sospecha del adulto.
Como se complementa la materia prima, cuando se tiene todo y a la vez nada. ¿No es así señor Radomir Antic?
Serbia nada tiene que envidiar a otros combinados, pero si desea algo de los mismos. Como por ejemplo, abandonar el letargo futbolístico en el que esta sumido, el zafarse del temor de soltar a Branislav Ivanovic (Chelsea) para crearle el espacio al vertical e incisivo Miroslav Krasic (CSKA Moscú)
Nemanja Vidic (Manchester United), el “doctor” Lukovic (Udinese), y Alexander Kolarov (Lazio) complementan la monolítica defensa, poderosa en el juego aéreo pero limitada en la salida limpia.
Milijas
Milijas (Wolverhampton) y Stankovic (Inter de Milán) distribuyen , una cosa es pasar o rotar el balón y otra asistir o dejar en ventaja a un compañero.
Pases largos a la cabeza de Nikola Zigic (Valencia) como una variante esta bien, pero no debe ser una prioridad. Marco Pantelic (Ajax) inquieto por todo el frente de ataque y Jovanovic (St . Lieja) ubicado por la izquierda pero apareciendo por el centro, casi como un enlace pero no lo es.
A paso cansino los serbios construían, porque si de tapados se trata estos están enterrados, pero como la verdad no la he patentado esperaremos y ojala que se cumpla con las expectativas, no solo por mi bien sino por el de todos.
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