martes, 22 de marzo de 2011

Noches de copa

Hablar de la copa es dialogar con la historia. Es apelar a la amnesia soslayando la melodía de inicio y la palabra Santander.

Es tocar esas fibras sensibles y, esas batallas épicas donde según se rumoreaba los triunfadores sudaban sangre. El Santos de Pele, así lo conocemos o así lo leímos. Coutinho no recibió la popularidad necesaria para acariciar su calibre. Zito y su catalogo de gladiador. Tantos recuerdos, todo tan lejos.



Hace algunos lustros los de Vila Velmiro casi repiten la gesta. Emerson Leao en el banquillo, Diego en la creación (trata de realzar su carrera en el Wolfsburg tras un inoportuno paso por la Juventus) y “bicicleta” Robinho (Milan) como figura.

Disculpas a los aludidos. Certeramente al lesionado Alex (Chelsea) columna defensiva y al internacional Elano (ex Manchester City). Se me olvidaba Ricardo Oliveira, gracias por el dato. Los orientales tampoco lo hicieron mal. Hugo “Corazón” de León y su romance con los trofeos.

Alzo la copa en 1980 con aquel Nacional de Claudemar Victorino – padre del defensor de la U de Chile – y la edición de 1988 de nuevo lo fotografió en el podio de los ganadores. Santiago Ostolaza en el mediocampo , Felipe Revelez en el lateral y Ernesto “Pinocho” Vargas en la ofensiva . Si no me equivoco y háganmelo saber este último se enfundo en algún momento la playera crema (Universitario de Deportes).

En 1983 el barbado uruguayo fue símbolo del Gremio de Renato Portalupi o Gaucho, como quieran llamarlo, conjunto que volvió a llevar la copa a Porto Alegre en 1995 de la mano de Luis Felipe Scolari, Jardel, el paraguayo Francisco Arce y el escurridizo Paolo Nunes.



La epopeya de Santiago y Diego Aguirre haciendo llorar a los caleños. ¡Peñarol campeón 1987! Masticando y aspirando la derrota por tercera vez el América de Ricardo Gareca, Roberto Cabañas y de Anthony de Ávila.

Lastima lo del “pitufo” que en 1996 vio como River le destruía la ilusión nuevamente. ¿Porqué a nosotros? Publicidad aplicada y la teoría del banco que factura gracias a la copa. Mal necesario, pero aún hay más………. Del balompié no del Santander.


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