Las ideas
estaban presentes, la imaginación brillaba por su ausencia. El tiempo no ha
sido benévolo, aun así, nunca es tarde para enarbolar las actuaciones
ucranianas de la última semana. Anoche revisaba algunos añejos
manuscritos, de repente o casi por casualidad, hallé un informe sobre el
legendario Valery Lobanovsky, ex técnico de la desmembrada URSS y del famoso
Dinamo de Kiev.
Todo se enlazo con la delicadeza de un fino tejido, los adornos de las
playeras eran primorosos. El Dinamo y el Shakhtar; no son los equipos de moda,
aunque por allí alguien habla de ellos. Lobanovsky jugó en Kiev y en
Donetsk, el primero de estos confirmando su fama le tatuó un 2 – 0 al
Manchester City en el partido de ida de la Europa League. Los blancos vuelven a
tener en sus filas a su último gran emblema, nos referimos a Andrei Shevchenko,
ex jugador del Milan y del Chelsea.
Oleksandr Shovkovsky aún permanece fiel bajo los palos. Milevsky se quedó
en el despegue y por fuerza mayor continua enclavado en Kiev. Yarmolenko
transitando por la franja izquierda, no digo emulando a Lobanovsky. Por si no
lo sabían el coronel fue un magnifico interior siniestro al que lamentablemente
no pude ver jugar . En Donetsk se habla de los brasileños, esto sería una
desconsideración de mi parte porque hay algo más que solo jugadores del gigante
de América del sur. Quiero nombrar con efusividad al checo Tomás
Hübschman. Un todoterreno del mediocampo. El ex jugador del Sparta Praga le da
el equilibrio a un conjunto que de ¾ en adelante deja a su libre albedrio a los
sudamericanos.
El croata Darío Srna y su guante en la pierna derecha hacen de la banda
naranja un peligro constante para las defensas rivales (no es así Riise ). Gran
ejecutor de pelotas paradas, tiene en el rumano Razvan Rat , sobre la
izquierda, a su mancuerna ideal. Aunque debo mencionar que las asistencias del
ex jugador del Rapid de Bucarest carecen de precisión. Triunfo categórico
sobre la Roma y tarea cumplida a la espera de la vuelta. Recuerdo hace unos
temporadas una semifinal de Europa League entre los de Kiev y los anaranjados,
irrepetible por ahora, aunque quizá el sueño de Lobanovsky no esté tan lejos y
desde el más allá pueda celebrar la consecución de la vieja orejona.
“Los sueños no cambian, los sueños se fortalecen”
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