martes, 19 de abril de 2011

Recopilaciones africanas



Ofuscado Vignolo despotrica duras opiniones sobre Falcioni. Todos expectantes, condescendientes con el monólogo, tienen razón, el ex cancerbero caleño peca de soberbia, se enfunda el disfraz del antipático.

Zapping en la televisión, esa inestabilidad de la que todos hacemos gala. El chavo, Humala o el último pasajero. Para todos los gustos. El continente africano se hace notar de un tiempo a esta parte. Claro, dirán por el mundial, Roger Milla o Samuel Eto’o. No precisamente a ellos me refería.

San Siro lloraba la anticipada partida de Marco Van Basten, ¿Cómo puede ser posible? ¿Dónde hallarán a otro como el protagonista de la volea perfecta? Holanda, Francia y hasta Rumania ¿Hasta cuándo? Parque de los príncipes 1995. David Ginola no era la atracción, secundario el futuro jugador del Tottenham no ensombrecía el símbolo que ya era George Weah.


La pantera liberiana sumo 46 anotaciones en 114 partidos con el Milan. Enlazo 2 ligas y fue distinguido con el Balón de Oro en 1995. Ni un Ronaldo en ciernes lo opacaba. La memoria no guarda registros de él. Evocando un salvavidas a los entendidos me alcanzaron un archivo visual y escrito. Salif Keita nació en 1948 en malí. Así como lo leen, ni Kanoute (Sevilla) tampoco Sissoko (Juventus). Este delantero – tío del jugador barcelonista – aterrizo en las planillas del Sant Ettienne en 1967.


Sus números dictaminan. 135 dianas en 167 partidos. Bota de plata europea con 42 festejos en 1967. Batteux (Mítico entrenador del Sant Ettienne) decía: “Saber hacerlo todo a semejanza de los más grandes jugadores brasileños. Lo he visto intentar cosas sobrenaturales”.

Tres reinados en la liga , 2 copas y su paseo por el Velodrome de Marsella, se funden exactamente con sus 3 años en el Valencia español y su noviazgo con el Sporting de Lisboa. Alemania - Austria Mundial 82. 1 – 0 favorable a los teutones, ambos a la segunda fase, Argelia de vuelta a casa.


Vergonzoso , de ahí en adelante partidos definitorios se disputan en simultáneo. Prohibidos de seguir luchando los magrebíes regresaron a sus clubes de origen. Rabah Madjer era uno de aquellos que masticaba la impotencia, esa que lo acompaño hasta 1987 cuando con una sutileza le dio su nombre al gol de taco frente al Bayern Múnich y en una final de Copa de Europa.

Diciembre del mismo año. Pista de hielo en el Nacional de Tokio, nuevamente “Dartañan” y un estiletazo al corazón de los “mirasoles”. Oporto campeón del mundo, titánico duelo contra Peñarol. Nunca más, nunca más.

Don Ramón se paga con el chavo, Humala contra las AFP (mañana me desligo) y Hurtado Miller – que mejor apellido – enmarrocado. Todo bien Vignolo, pero no solo Falcioni tiene responsabilidad. No te molestes con el “Bambino” Pons.

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