La seriedad como bandera y la pulcritud como estigma. Sporting Cristal es de los pocos clubes cuyo andar señala un buen ejemplo. Institución responsable con su personal, discreta con sus inconvenientes, pero sin una ruta futbolística definida.
Tres técnicos en una sola temporada, existe acaso filosofías semejantes entre Rivarola, Reynoso y Mosquera. No hablemos de Francisco Melgar por obvias razones, pero la directiva con qué criterio contrata estrategas y cuál es realmente el estilo del club.
No quiero pensar que a Roberto Mosquera se lo ficho por ser el entrenador de moda, ya sabemos que el momento no necesariamente construye un buen futuro. Y pese a las recomendaciones y buenas vibras que se pronuncia será muy difícil que el equipo alcance los automatismos requeridos para la competencia ya que las incorporaciones de jugadores y de movimientos no son adaptables en tan corto periodo.
El rodaje acaso lo pretenden alcanzar en pleno campeonato y que pasaría si los resultados no acompañan. Será despedido el ex Sport Huancayo o los mandamases mantendrán su idea y le darán el respaldo peses a los ajustes de una afición que esta con la sangre en el ojo.
El principio no conoce de pesimismos, pero el caminar exige resultados. Lamentablemente el fútbol es así.
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