El sistema está, el afinamiento falta. Cristal halló en la San Martín la horma de sus zapatos. Un rival incomodo, con variantes y con un patrón de juego definido y aprendido hace mucho tiempo.
Defensa en línea donde Nicolás Ayr y Vílchez se dedican a su trabajo y nada más. Coberturas, marca pegajosa y con un manejo de balón discreto. Marcio Valverde por la derecha nunca fue un respaldo ofensivo para Irvin Ávila y Yotún hizo lo que pudo ante el poco entendimiento que tiene con Junior Ross, jugador que necesita de varios metros por delante para explotar su velocidad. Lo del ex Bolognesi pasa por recogerse para recibir y hacer la diagonal simultáneamente al repliegue de Rengifo, cuyo movimiento trataba de sacar a uno de los centrales santos.
Jorge Cazulo junto a Lobatón por delante de la defensa, el uruguayo en una función más laboriosa y Carlos como lanzador y lugarteniente de Renzo Sheput (el enlace). Un aislado Ávila y me parece que Rengifo no es el delantero ideal para realizar esa función a lo Tejada en el Aurich. El ingreso de Luis Advíncula trastoco un poco el sistema pasando los rimenses a jugar con un 1 – 4 – 4 – 2.
En fin, hay una idea pero todavía me pregunto: ¿Hay tiempo para trabajarla?
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