No soy creyente
de la demagogia
aunque algunas decisiones
suelen confundirse. El fiasco
que significó su
fichaje por el
Chelsea, hizo de Fernando
Torres un jugador
del montón. Un delantero
capaz de borrar
sus registros goleadores
perdiendo ocasiones por
debajo de los
tres maderos. Un artillero
cuyo aspecto psicológico se
ponía en tela
de juicio, y que
hoy, con la
Champions bajo el brazo, tal
parece que ha
vuelto a ser
el de antes. Al
menos así lo
piensa don Vicente
del Bosque.
El “bigotón” no
imagina una selección
sin la potencia
y encare del “Niño”.
Convaleciente David Villa
y con Fernando
Llorente en su
plenitud, todo revela que el
ex jugador del Atlético de
Madrid le ha
ganado la pulseada
a Roberto Soldado (Valencia), otro ariete
que ha hecho
las cosas bastante
bien la última
temporada.
Ya sea en
punta o escorado
hacia la derecha, el aporte del
ex Liverpool le
permite a la “Roja” contar
con un efectivo
experimentado y con
una moral recuperada. Dotado de
darle al campeón
del mundo ese
plus extra que
todo combinado necesita, aunque no
podemos olvidar que el internacional
hispano ha venido
siendo en el Chelsea
un revulsivo para los
segundos tiempos,
sucumbiendo ante el
gran nivel mostrado
por Didier Drogba.
La vida llena
de vaivenes tiende
a manejarnos a su
antojo. Entre caídas y
estrellatos todo indica
que Torres ha
salido bien librado. No
será el intratable
de antes, pero tampoco
es el niñato
con futuro inconcluso. La madurez
tarda pero llega.
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