Los nervios se
apoderaban del banquillo. Allí estaba, mangas remangadas
y fisonomía aparentemente
desgarbada. Paulo Bento luchaba
internamente por un
sueño que en
el campo no pudo lograr
y que hoy
a tempranas horas
profesionales pretende adquirir.
Todas las miradas
sobre Cristiano Ronaldo. Sus
poses, sus quecos y
finalmente su anticipación
para llevar a
Portugal a las
semifinales de la Eurocopa. La pregunta
entonces es: ¿Tiene el
cuadro luso lo
suficiente para conseguir
su primer cetro
continental?
En primer lugar
debemos identificar una defensa bastante
compleja e impermeable. Todo esto
gracias al nivel
superlativo mostrado por
Pepe y Bruno
Alves. Fabio Coentrao haciendo
lo que sabe
por la izquierda
y una muy
bien abroquelada medular, donde Joao
Moutinho, Raúl Meirelles y
Miguel Veloso cumplen
una función vital
que sostiene el
juego lusitano. El jugador
del Porto distribuye, el del
Chelsea se desdobla
y el centrocampista del Génova desbarata
toda acción creativa
del conjunto rival.
Velocidad y habilidad
por la raya. Cristiano Ronaldo
y Nani le
dan amplitud y
desborde a la
ofensiva portuguesa, dejando como
referente de área
al intermitente Helder
Postiga. Debemos de resaltar
la desesperante búsqueda que
Portugal realiza hace
muchos años en
pos de un
consumado goleador. Muchos han
pasado (Pauleta, Domingos,
Cadete) y ninguno
pudo establecerse.
Ya en semis, nadie
discute su presencia. Tiene potencial, eso está
corroborado; pero acaso esto
es suficiente ante
selecciones cuyo andamiaje
grupal es notoriamente
superior a lo
exhibido por los
dirigidos por Bento. La opinión
es dividida, aunque la
verdad siempre será
la luz de
la mejor mentira.
0 comentarios :
Publicar un comentario