Hablando de dioses
se me ocurrió
hablar de records
y de mentiras. Qué vende
más, decir que Messi
superó el record de
Gerd Muller o
que Messi anotó
86 goles en
más partidos que
el Bombardero alemán.
Algo corto y
conciso, pirámide invertida dirían
los conocedores de
redacción. Muller anotó 85
goles en 60
partidos, mientras que Messi
convirtió 86 anotaciones
en 66 encuentros. Mentiras verdaderas
que sirven para
los titulares periodísticos, pero cuya
veracidad está en
tela de juicio, es
más, no admite discusión, salvo que
las matemáticas hayan
cambiado y yo
un ignorante no
me haya dado
cuenta.
Otra pequeña diferencia, el artillero
teutón fue campeón
mundial y de Europa,
anotó en
una final de
Copa del Mundo, he
hizo un doblete
frente a la
Unión Soviética (1972) para
que su Alemania
fuera campeón del
viejo continente.
He hablado de
records y de
mentiras, y concluí hablando
de verdades e
historia. Messi es el
Dios de muchos
y la gran
falsedad de otros. Messi es
el rey del
fútbol, y al parecer, el
único jugador que
ha existido.
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