Consumado el hecho
después vienen los
arrepentimientos. Con luces y
serpentinas se anunciaba
el fichaje de
Didier Drogba por
parte del Galatasaray. Es decir, el
balompié europeo recuperaba
a la fiera
del área. Sin embargo, no
contaban que desde tierras
milenarias no estaban
de acuerdo con
perder a su
elefante goleador.
El Shangai Shenhua
ha sorprendido anunciando
un ultraje contractual
por parte del
Galatasaray, y donde también está
involucrado el atacante
marfileño. Drogba ya hizo
pública se intención
de abandonar el fútbol chino
en el parón
de la Superliga, propósito que
fue diluido por
la FIFA que
le negó al
ex jugador del
Chelsea el permiso
para enrolarse a
otro club.
El hecho está
en que el
goleador africano percibiría
en Turquía la
friolera suma de 15
000 Euros por
partido, en un contrato
que tiene una
duración de 18
meses. Además, el conjunto turco había aceptado
abonar al Shangai
aproximadamente 6 millones
de Euros por el traspaso
del delantero, cantidad que
parece irrisoria para
los asiáticos.
El dinero es un
poderoso motivo. La razón es un súbdito del interés.
Drogba se marchó
a China buscando
el apogeo económico, que dicho
sea de paso
ya lo tenía. No obstante, a pesar que
los
bolsillos suelen estar
llenos la ambición
soslaya los bultos
y se muestra
hambrienta por adquirir.
Aunque esto signifique
caer en incoherencias.
Que se le
hace así somos.
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