Que puedo decir
del Barca – Real Madrid. Partido de estrellas, final adelantada, choque entre
los mejores del
mundo. Los adjetivos suelen
ser exagerados, se puede
hablar de dos
grandes con pedigrí pero
que en la
actualidad dominan una
liga venida a
menos, y creo que
lo sucedido en
la Champions League
corrobora lo que
tanto se vocifera.
El Madrid intentará
poner en práctica
el estilo Chelsea. Al fin
y al cabo
esto también es
una forma de
jugar el fútbol. Amurallar el arco
propio con una
línea de 4
por detrás de
una de 5. Cerrar espacios
y evitar que
el cuadro local
ingrese al área como
es su costumbre. Qué bueno
que el Barca
no sabe rematar
de larga distancia.
El meollo del
asunto está en
sacar provecho a
los contraataques con
las que dispondrá el
conjunto capitalino. No serán
muchas pero depende
todo de Cristiano
Ronaldo y compañía para
dar la vuelta
a una eliminatoria
que tiene a los catalanes
mejor posicionados.
Las filas azulgranas
se inclinan por
el toque desmedido, casi aburrido, espero y
no se estén convirtiendo
en la Colombia
del 94. Las marcas
escalonadas y ordenadas
hacen nulo las
arrancadas de Messi. Es cuestión de
lógica, no se puede
entrar cuando no
hay lugar para
hacerlo. Pero si el
Barca anota el
primer gol, creo que
la cosa está
decidida, ya que con
espacios el puntero
de la liga
puede terminar de
destrozar al equipo
de Mourinho, y allí
no hay quejas
ni justificaciones posibles.
Clásico de clásicos. Día de
descanso para algunos
y escape camuflado
para otros. Duelo de
grandes, pero ojo, no de los mejores.
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