La juventud no
es excusa para
descarriarnos. Aislado en
el Alania Vladikavkaz, Royston Drenthe
medita todo lo
que le ha
pasado y asegura
haberse relajado en
Inglaterra, y todo indica
que ve su
presente como la
última oportunidad de
su carrera.
El Real Madrid
aposto por un
extremo holandés que
invadía campo contrario
y que volaba
como una gacela. Un cuento
de hadas que
concluyo con una
cesión al Hércules, la
indisciplina que esto
conllevaría y su
aterrizaje en el
Everton inglés.
"En Inglaterra no estaba viviendo
como un jugador profesional. Puedo poner excusas, pero no sería justo para
nadie. A todos los futbolistas les gusta salir, pero en Liverpool no tenía
ninguna disciplina. Vivía en un mundo diferente".
He visto
muchas vidas perderse
por tonterías. He visto
muchos jóvenes desbarrancarse
por sus estupideces. El frío
ruso tal vez
sea la mejor medicina para
Drenthe, el tiempo no
lo dirá, será la
madurez su abogado
y fiscal. Suerte Golden
Boy.
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