A los tiempos
vuelvo a saber
de John Carew. Desaparecido desde
hace unos meses, el
último elemento de
aquella generación dorada
del balompié noruego
estaba inconscientemente preparando
su retiro de
la actividad. Sin embargo, una
llamada del Inter hizo
que aterrizará en
Milán y en
persona reconociera que
no está en
condiciones atléticas para
aceptar la propuesta
del conjunto nerazurro. Un ejemplo
de honestidad y
de profesionalismo.
La “Jirafa” no
ha jugado desde
junio pasado. El West
Ham United fue el
último hogar del
espigado delantero cuyas
cualidades futbolísticas están
intactas, pero las físicas
necesitan de un
periodo de tiempo
para ponerse a
punto, situación que no es conveniente
para el cuadro
lombardo que requiere
de un efectivo
que supla inmediatamente la
baja de Diego
Milito.
Especialista en el
juego aéreo y
poseedor de una
técnica aceptable. Carew ha
sabido pasearse por
varios de los
importantes equipos del viejo continente. Asimismo, ha sido
un fijo en
las convocatorias de su selección
y fue el
heredero de la
estela que dejaron
en su momento
Jan Age Fjortoff
y Tore Andre
Flo.
Con un mercado
en escombros por
la carencia de
opciones, el Inter fue a la
carga por un
atacante que garantizaba
una limpia operación. Lamentablemente las
condiciones de Carew
no eran las
adecuadas por lo que las
intenciones interistas tendrán
que mirar hacia otros horizontes
que ya de por si reúnen
una
fuerte inversión económica
y unos tratos
con un periodo
de tiempo más
extensos.
A seguir buscando
entonces.
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