Pre-universitario
cuya lozanía física
no coincide con
su edad. Delgado como
un fideo y con el
rostro que más
se asemeja al
popular Archie y sus
amigos. Así es Julian
Draxler, el todavía jugador
del Schalke 04 y
futuro fichaje del
Real Madrid.
Una gacela que
recorre el campo
con facilidad. Tiene la
simpleza de quien
conoce su trabajo
y no desea
complicarse. Ambidiestro que
culmina sus acciones
con un remate
certero. Todo muy fácil, todo
muy sencillo.
Cuerpo de basquetbolista que
con pequeños saltitos
abarca distancias que le permiten
pisar el área
rival. El Schalke pende
de clasificar a
la próxima Champions, invitación tentadora
para que las
figuras permanezcan en
el club. Sin embargo, la
cuarta casilla que
posee no le garantiza nada, es
más, nadie puede negar
que la temporada
ha tenido un
tenue andar.
El Madrid olfatea
la presa y entre los
matorrales se encuentra
al acecho. Sabe de
sus dones irresistibles
y que una
oferta a Draxler
podría ser definitiva. El Schalke
espera novedades, aunque mucho
depende de su
futuro internacional.
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