Es un
pequeño grande, de eso no hay duda. Acostumbrado a
desdeñar el favoritismo y
abrazarse a esa
postura sorpresiva que
solo apela a
dar el golpe
cuando todos ya
tienen de antemano
un campeón. El Dortmund
elimino al Madrid
y al parecer
eso no es
suficiente para darle
opciones en la
primera final alemana.
"Lo
más sorprendente de todo es que nosotros hayamos llegado hasta aquí. No es
fácil estar en Wembley ni llegar varias veces a una final, algo que han hecho
el Barcelona o el Bayern, y el Real Madrid --que lo ha intentado-- también sabe
que no es fácil. Nosotros lo intentaremos más veces, pero puede que no lo
consigamos".
Para
Jurgen
Klopp una realidad
se impone, aunque una
estrategia también se desenvuelve.
Quitarle presión a
sus dirigidos e
ir a Wembley
con la humildad
necesaria que todo
usurpador requiere. Golpear al
favorito Bayern, sin Gotze por
supuesto, pero con un
Lewandowski listo para
golear y con un Ilkay
Gündogan predispuesto para
administrar.
Todo
va
en su contra. Los presupuestos
son distintos, la historia
le voltea la
cara, y al frente, un
rival con la
sangre en el ojo
tras dos
frustraciones en tres
años.
"Prefiero
no valorar lo que piensan los jugadores del Bayern sobre una tercera final
perdida. Yo trataría de motivarme porque hay muy poca gente que lo consigue. Da
igual si se tiene presión o no, nosotros no somos favoritos, eso está claro".
Da miedo
encontrarse con el
Bayern en este
momento. Es más, su apetito
desmedido lo convierte
en un rival
digno de esquivar, pero Klopp
juega con la
ansiedad del contrario, se
sabe impopular pero no
inferior, conoce su potencial
y el trauma
que puede significar
haber caído en
la final anterior. Jurgen no
juega en la
cancha, no necesita hacerlo, hace
su partido en
las conferencias y
construye su éxito
en los entrenamientos. No es
favorito, es consciente de
eso, pero que dará
un golpe de
eso no queda
la menor duda.
"Hay
gente que ha escalado el Everest y hay otros que se quedaron a 10 metros de la
cima, pero al menos lo intentaron. Nosotros lo intentaremos también".
Atte.
Jurgen Klopp.
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