Las comparaciones
son odiosas y poco juiciosas. El cliché suele
acompañarnos siempre. Decir que
alguien se parece
o puede suceder
a otro es
un juego de
adultos o de aquellos que
pretenden llamar la
atención. Souleymane Coulibaly
no es Didier
Drogba, es marfileño sí,
pero es
de otra estirpe
y de otra
camada.
Qué hacer cuando
el Barcelona y
el Real Madrid se
pelean por ti, pues
lo que hizo Souleymane, decidirse
por el Tottenham
y dejar que
los gigantes se
disputen a Neymar. El
marfileño escapó de
una maldita guerra
que asolo su
país. No se enloqueció
al saber que
había dinero por
hacerse con sus
servicios y optó
por lo que le garantizaba
seguir creciendo profesionalmente.
Apenas ha alcanzado
la mayoría de
edad, esa es una
ventaja cuando se
trata de fútbol, pero
un perjuicio cuando
la madurez es
el objetivo. El Siena
fue su cuna
y el Mundial Sub – 17 (2011) su prepa, ya
sueno como un
mexicano pero esa
es la verdad.
Ha crecido,
es cierto, pero no
lo suficiente. Tiene talento
y ya está
en Inglaterra, sublime realidad. Pero como las
comparaciones suelen ser
injustas y descabelladas
no tocaremos en
tema Drogba, y solo
nos limitaremos a
decir que hay
relevo para un
mañana cercano. No tengo nada más
que decir.
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