Esperaba más del
Manchester City. No lo
digo yo es
lo que le
pude entender a
Robben. Di María se cansa
de hacer rabonas
ante un inexistente
Copenhague, y el Milan
salva un partido
gracias a un
horror del árbitro
de turno. Es realmente
tan competitiva la
Champions League.
El Ajax ya
no puede más. Su cantera
está intacta, pero cada
año demuelen sus
ilusiones de culminar
la construcción de un equipo. El Milan
tiene que conformarse
con fichajes de
media tinta y apostar
a un Mario
Balotelli que salió
por la puerta
falsa del City. El Celtic
espera y espera. Daba la
impresión de que
el Barcelona estaba
jugando contra el
Levante o el
Sevilla. Mención honorifica para
el conjunto de Unay
Emery que sufrió
otra ayuda arbitral
al mejor equipo
de todos los
tiempos.
El Manchester United
aún no encuentra
el camino y
piensa que con
Fellaini era suficiente
para plantar cara
en Europa. El Steaua
Bucarest no hace
nada ante un internacional Chelsea. Como añoro
los años de Helmut
Duckadam y Marius
Lacatus. Copa de Europa
1986 y la orejona en
manos rumanas.
Realmente extraño
los tiempos de
la vieja Copa
de Campeones. Hoy solo
puede verse grupos
donde hay equipos
históricos que ya
no existen, futbolísticamente hablando, y
con jugadores inflados
y que ante
un rival de
mayor fuste caen irremediablemente en
la verdad que
el periodismo intenta
ocultar. Es una lástima
realmente.
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