A fungido
de una especie
de restaurador, aunque los
resultados no son
los deseados. Un triunfo
en campo barcelonista
y los refuerzos
suficientes para intentar
concluir la liga
de manera decorosa. El último
en llegar es
Vinicius Araújo, pero junto
al atacante hay
puntales en los
que el técnico
argentino confía ciegamente.
Lateral o
central. Nicolás Otamendi incluye
la palabra polivalencia
a la retaguardia
che, y lo mencionamos
a pesar que a último
momento se confirmó
que el argentino
jugará cedido en
el Atlético Mineiro
hasta junio próximo. Al ex
porto se le
puede añadir un
portento físico como
el suizo Philippe
Senderos, que vuelve a
la palestra tras
estar viviendo un
retiro obligado en
el Fulham. Con estas
incorporaciones se puede
dar por cerrada
la partida del
francés Adil Rami.
Pero no
todo es color
de rosa, ya que
el perder al
argentino Éver Banega
resta circulación en
la medular. En contraparte, el argelino
Feghouli atraviesa quizá
su mejor momento
desde que llegó
a Mestalla y
si a esto
le sumamos la
incorporación del chileno
Eduardo Vargas, hablamos de
un mediocampo capaz de crear
y golear de
forma desmedida.
Jeremy Mathieu
y su remate
de cabeza, bien aprovechado
en el triunfo
ante el Betis. El brasileño
Jonas y su
oportunismo, Pablo Piatti y
sus puñaladas por
la izquierda, y que
decir de Paco
Alcácer y su
insaciable apetito por
anotar.
Dejó a
su querido San
Lorenzo y renunció
a la Copa
Libertadores. Juan Antonio Pizzi
sigue debatiéndose entre
su tierra y
su hogar adoptivo. En los
dos lo hizo
bien, pero tal vez, y
esta es una opinión personal, lo
mejor del ex
goleador se ha
visto en la madre patria, a
merced de sus
detractores, pero siempre sabiendo
que los conquistadores fueron
los que le
dieron las mejores
oportunidades de su
vida.
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