martes, 13 de octubre de 2015

El sueño del central



Ser tan exclusivo también es un gran defecto. No hay o existen pocos que se adapten a la cultura barcelonista, y no estamos hablando de independencia sino de un estilo futbolístico que hace que los no nacidos en la Masía tengan escasas chances de rendir en la ciudad condal.

Ronald Koeman fue el último de aquellos que se hicieron dueño de la última línea azulgrana. Después vinieron Miguel Ángel Nadal y el “Pitu” Abelardo, es decir, hombres de recorrido que trataron de acomodar al portugués Fernando Couto y más adelante al holandés Frank de Boer. Debemos decir que la zaga siempre fue el talón de Aquiles de esta entidad, a tal punto que tras el retiro de Carles Puyol se tuvo que improvisar al argentino Javier Mascherano en esa ubicación, situación que no es del agrado del ex jugador del Liverpool que ha demostrado su descontento y resignación de forma pública. 


Entonces, qué podemos hacer ante una circunstancia donde Marc Bartra no ve minutos con facilidad y sigue barajando la opción de buscar nuevos horizontes. Y en el caso de Jeremy Mathieu nadie puede soslayar que su presente no es bueno a tal punto que en la derrota contra el Sevilla muchos lo hicieron responsable de los goles. Como poder negar que el belga Thomas Vermaelen sea toda una incógnita, sobre todo tras su lesión muscular que todavía lo mantiene inactivo.


Cuál es entonces la solución para el barca. Fichar afuera no ha dado buenos resultados y la cantera parece estar más infértil que nunca. Algunos dan como antídoto la adquisición de un jugador con ancestros legendarios y con pleno conocimiento de la liga española. Estas cualidades son difíciles de encontrar aunque la figura de José María Giménez llama poderosamente la atención de los ojeadores catalanes. Acaso no es verdad que el central uruguayo está aprendiendo todas las mañas de su compatriota Diego Godín, y que su presente, pese a sus 20 años, es sólido y confiado. Otra opción, pero casi imposible, sería la del brasileño Marquinhos (21 años), un internacional que garantiza una gran reacción, eficacia en el juego aéreo y la cualidad de adaptarse como lateral derecho. Lo malo es que el Paris Saint Germain, uno de los poderosos del continente, no desea vender a ninguna de sus figuras. Después podríamos mencionar a John Stones del Everton, pero la pugna del Chelsea por el inglés hace que su precio llegue a niveles extravagantes.


De todas formas las alternativas son varias, sin embargo, las compras no necesariamente son unos aciertos. El barca adolece de centrales a pesar que los tiene. Hay hombres con una edad avanzada y de cara al futuro todo parece tan incierto, pero ante una realidad esquiva es mejor tomar precauciones y tal parece que los azulgranas han decidido poner coto a una vieja dolencia que hasta el momento no encuentra cura. 

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