Me
cuesta creer que Zidane sea el nuevo técnico del Real Madrid. No es que sea
malo sino que el francés, hasta hace unas horas entrenador del filial, no
cuenta con la experiencia suficiente para comandar un vestuario tan complicado
como lo es el madrileño, aunque si lo vemos desde el punto de vista futbolístico
quien mejor que un ex jugador de la casa para llevar adelante una temporada que
todavía puede ser exitosa.
Empate
ante el Valencia y oportunidad desaprovechada para pegarse más a los de arriba.
Rafael Benítez solo duró media temporada al frente del Real Madrid. Dentro de
sus infortunios podemos señalar que quedo al margen de la Copa del Rey cuando
alineó indebidamente al ruso Denis Cheryshev y sufrió una estocada al corazón
cayendo goleado por cuatro goles a cero ante el Barcelona. Es decir, hay puntos
álgidos dentro de los meses dirigidos por Benítez y si a esto le añadimos que
el acérrimo rival lo está ganando todo pues no queda otra cosa que echarle la
culpa al técnico de turno.
Pero
acaso será Rafa el único responsable de la crisis madridista. No es una ofensa
si mencionamos que el nivel de Gareth Bale no ha sido de los mejores y sus
cualidades se han visto a cuentagotas desde su llegada a la capital española. Ahora,
la forma como el Madrid afrontó el partido contra el Barca fue realmente patética,
era como si fueran espectadores mirando lo que hacían los rivales. Ni Kroos, ni
Modric y mucho menos James tienen las características de un Makelele, aparte de
esto hay que reconocer que el fichaje del croata Mateo Kovacic aún no ha
terminado de cuajar en el entidad merengue.
No
toda la culpa ha sido de Rafa, aunque debemos reconocer que algunas decisiones
no han sido acertadas, pero esencialmente, el pobre juego mostrado por el
equipo ha sido el talón de Aquiles del ex entrenador del Chelsea. Florentino Pérez
también tiene responsabilidades puesto que Zidane es el tercer entrenador en
menos de 2 años que tienen los merengues, motivo por el cual no se ve un estilo
propio que pueda definir el rumbo madridista.
Bueno,
hoy más que nunca queda claro que el Real Madrid es un conjunto de
individualidades, que lógicamente necesitan de un conductor, pero que en los
puntos culminantes si no aparecen sus figuras el equipo se muestro mediocre y
sin inspiración. Zidenide Zidane se presenta como la salvación aunque muy en el
fondo el francés sabe que a estas alturas un poco de fortuna no caería mal.
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