domingo, 3 de enero de 2016

Tulipanes marchitos

Podio en el último Mundial y eliminación para la próxima Eurocopa. La selección holandesa vive un momento realmente difícil tras quedarse a puertas de la Euro que se disputará a mediados de año. Qué sucedió se preguntan todos. Cómo llegar a ser semifinalista en la Copa del Mundo y meses después ser sorprendido por la renaciente selección islandesa. A continuación intentaremos develar algunas conclusiones del porque la naranja mecánica hoy se encuentra en los talleres de reparación.
Lo primero que la mayoría pueden decir es que el cambio de técnico afectó tremendamente a los neerlandeses. Claro está que no es lo mismo ser dirigido por Louis Van Gaal que por Danny Blind. Sin embargo, no toda la responsabilidad puede recaer en el ex defensor del Ajax puesto que cabe mencionar que el recambio generacional fue una obligación que el técnico entrante tuvo que asumir. Así pues, pese a seguir contando con Wesley Snejder (Galatasaray) y Arjen Robben (Bayern Munich) el resto del equipo es muy joven y con la carencia de haber disputado un gran torneo. Otro de los escollos al que tuvieron que enfrentarse los naranjas fue el subestimar y verse sorprendido por la anteriormente débil Islandia. No midiendo con sinceridad el potencial de un equipo que viene trabajando con Lars Lagerback desde hace varios años.
Pero pese a estas excusas argumentadas la mayoría basan su concepto de crisis en los valores que ya están fuera de sus fronteras y que no expresan toda la calidad con la que vienen precedidos. Además, ha sido muy raro que jugadores como Bruno Martins Indi (Porto) y Stefan de Vrij (Lazio), titulares en Brasil 2014 no estén siendo tomados en cuenta, y que la responsabilidad de la retaguardia este recayendo en el prometedor Terence Kongolo (Feyenoord) de tan solo 21 años y en la nueva estrella del Southampton, el implacable Virgil Van Dijk, un contención de 24 años que había estado olvidado cuando jugaba para el Celtic escocés y que apenas suma menos de una docena de partidos internacionales. La intermitencia de Jeffrey Bruma, que tras no contar por el Chelsea ha estado deambulando en el Hamburgo y ahora en el PSV Eindhoven, y finalmente, la ausencia de Nigel de Jong (Milan) hace que la última línea holandesa sufra tremendamente.
Hay jugadores también que les está costando adaptarse a su nuevo estilo de vida. Por ejemplo, Daley Blind y Menphis Depay (Manchester United) no están rindiendo en su selección como cuando todavía permanecían en la liga local. Jordy Clasie (Southampton) recién empieza a relacionarse con la Premier League y el atacante Bas Dost no ha goleado para la “orange” como lo hace para el Wolfsburgo. También pues hay que reconocer que aún no llega ni a los 10 partidos con la nacional.
Entonces, hubo un cambio de técnico, se tuvo que renovar en cuestión de meses, y los nuevos todavía no alcanzan el nivel que exponen en sus clubes. Estamos pues ante una situación ineludible para todos. Circunstancia ya vivida por Paraguay, Turquía y Brasil, pero cuando los triunfos demoran en llegar para una nación acostumbrada a ganar, las presiones degüellan a los técnicos y cuestionan a los jugadores. El presente holandés no se muestra dulce por lo tanto es tiempo de guardar la calma y preparar las eliminatorias mundialistas de la mejor manera.

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