Podio
en el último Mundial y eliminación para la próxima Eurocopa. La selección
holandesa vive un momento realmente difícil tras quedarse a puertas de la Euro
que se disputará a mediados de año. Qué sucedió se preguntan todos. Cómo llegar
a ser semifinalista en la Copa del Mundo y meses después ser sorprendido por la
renaciente selección islandesa. A continuación intentaremos develar algunas
conclusiones del porque la naranja mecánica hoy se encuentra en los talleres de
reparación.
Lo
primero que la mayoría pueden decir es que el cambio de técnico afectó
tremendamente a los neerlandeses. Claro está que no es lo mismo ser dirigido
por Louis Van Gaal que por Danny Blind. Sin embargo, no toda la responsabilidad
puede recaer en el ex defensor del Ajax puesto que cabe mencionar que el
recambio generacional fue una obligación que el técnico entrante tuvo que
asumir. Así pues, pese a seguir contando con Wesley Snejder (Galatasaray) y Arjen
Robben (Bayern Munich) el resto del equipo es muy joven y con la carencia de
haber disputado un gran torneo. Otro de los escollos al que tuvieron que
enfrentarse los naranjas fue el subestimar y verse sorprendido por la
anteriormente débil Islandia. No midiendo con sinceridad el potencial de un equipo
que viene trabajando con Lars Lagerback desde hace varios años.
Pero
pese a estas excusas argumentadas la mayoría basan su concepto de crisis en los
valores que ya están fuera de sus fronteras y que no expresan toda la calidad
con la que vienen precedidos. Además, ha sido muy raro que jugadores como Bruno
Martins Indi (Porto) y Stefan de Vrij (Lazio), titulares en Brasil 2014 no
estén siendo tomados en cuenta, y que la responsabilidad de la retaguardia este
recayendo en el prometedor Terence Kongolo (Feyenoord) de tan solo 21 años y en
la nueva estrella del Southampton, el implacable Virgil Van Dijk, un contención
de 24 años que había estado olvidado cuando jugaba para el Celtic escocés y que
apenas suma menos de una docena de partidos internacionales. La intermitencia
de Jeffrey Bruma, que tras no contar por el Chelsea ha estado deambulando en el
Hamburgo y ahora en el PSV Eindhoven, y finalmente, la ausencia de Nigel de
Jong (Milan) hace que la última línea holandesa sufra tremendamente.
Hay
jugadores también que les está costando adaptarse a su nuevo estilo de vida.
Por ejemplo, Daley Blind y Menphis Depay (Manchester United) no están rindiendo
en su selección como cuando todavía permanecían en la liga local. Jordy Clasie (Southampton)
recién empieza a relacionarse con la Premier League y el atacante Bas Dost no
ha goleado para la “orange” como lo hace para el Wolfsburgo. También pues hay
que reconocer que aún no llega ni a los 10 partidos con la nacional.
Entonces,
hubo un cambio de técnico, se tuvo que renovar en cuestión de meses, y los
nuevos todavía no alcanzan el nivel que exponen en sus clubes. Estamos pues
ante una situación ineludible para todos. Circunstancia ya vivida por Paraguay,
Turquía y Brasil, pero cuando los triunfos demoran en llegar para una nación
acostumbrada a ganar, las presiones degüellan a los técnicos y cuestionan a los
jugadores. El presente holandés no se muestra dulce por lo tanto es tiempo de
guardar la calma y preparar las eliminatorias mundialistas de la mejor manera.
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