Pese a que en este momento el Coronavirus es la gran vedette del mundo, no podemos estar ajenos a nuestra antigua realidad y hacer seguimiento a los rumores que se tejen en el actual campeón de Europa, el Liverpool. A pesar de caer eliminado de la truncada Champions el cuadro dirigido por Jürgen Klopp tiene en este momento la preocupación de retener a una de sus estrellas, nos referimos a Sadio Mané, internacional senegalés que según se dice está muy cerca de fichar por el Real Madrid. La verdad señala que los de Anfield están buscando renovar al delantero africano, pero una gran oferta del Madrid puede llevar al ex jugador del Southampton a jugar en el Santiago Bernabéu.
Creo que siempre se va a recordar el tridente ofensivo del Liverpool conformado por el egipcio Mohamed Salah, el brasileño Firmino, y el senegalés Sadio Mané. Estos tres hombres son la cara goleadora de un Liverpool que ha vuelto a reinar después de algunos años, pero como es lógico los éxitos siempre van de la mano de las ofertas tentadoras. Para el Real Madrid pescar en la Premier League no es cosa rara. Ya la última campaña se llevaron al belga Eden Hazard y ahora los dirigidos por Zinedine Zidane esperan poder fichar a Mané que dicho sea de paso tiene contrato vigente con los 'reds' hasta el 2023.
A sus 28 años el extremo africano se ha convertido en una estrella fulgurante quizá de la talla de un George Weah o Roger Milla, aunque todos coinciden que el techo de Mané todavía está por llegar y este puede ser el Real Madrid. Su posible fichaje por el cuadro blanco lo podría convertir en parte de una ofensiva tremenda conjuntamente con Hazard, Karim Benzema, e Isco.
El Liverpool espera poder renovar a Mané o en su defecto si tiene que desprenderse de él que sea por una suma exorbitante. Los 'reds' ya han estado trabajando en posibles sustitutos y el nombre de Adama Traoré (Wolverhampton) ha empezado ha sonar fuerte en Liverpool. Si el español llega a Anfield de seguro será porque Mané ya estará en camino a Madrid para cumplir un sueño que hasta hace unos años parecía imposible.
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