Para los conocedores de la liga francesa no es complicado descubrir a alguna perla africana deambulando por sus principales equipos. Cheick Doucouré ha sido la gran revelación de la temporada, y es que el internacional por Malí se ha convertido en uno de los principales artífices del regreso del Lens a la primera división gala. Recordemos que el conjunto que viste de amarillo y rojo es uno de los cuadros más conocidos de Francia y cuya tradición no podía estar lejos de la Ligue 1. Doucouré es el combustible del Lens y de quien se espera de el salto a un equipo más potente lo cual seguramente se dará muy pronto.
Tácticamente es toda una fiera. Pese a sus 20 años conoce muy bien su ubicación dentro del campo y lee el juego de una manera privilegiada. Aún tiene que aprender mucho de los artificios del juego, pero hay varios que consideran que su nivel hace que se convierta en la extensión de su técnico dentro del campo.
Volante de primera línea que tiene habilidad para quitarse la presión del rival y hacerse del espacio suficiente para distribuir el balón. Tiene buena zancada aunque algunas veces peca de individualista. Su juego tiene frescura y se mueve con soltura y confianza. Sabe desprenderse al ataque aunque tiene poco gol.
Cheick Doucouré es una joya con mucho potencial. El maliense ya ha dejado sentado sus credenciales en la segunda división francesa. Tiene condiciones y solo le falta el roce suficiente para seguir explotando su talento. No durará mucho tiempo en el Lens y es por ello que los próximos años serán vitales para el desarrollo de este nuevo descubrimiento del fútbol africano.
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