Para muchos llegar a cierta edad es un lujo y un premio para toda una vida de esfuerzo y trabajo. En el fútbol las cosas son diferentes porque pasados los 30 años ya eres un veterano y tus posibilidades de triunfo se van reduciendo de a pocos, salvo que tengas una banda joven y de calidad que te acompañe. El Barcelona ha caído ante un Bayern Múnich superior por donde se le mire, pero lo que más ha sentido el cuadro catalán es darse cuenta que el tiempo de Lionel Messi y sus eternos compañeros ha quedado en el olvido. No es una casualidad que en un ya lejano 1994 el Dream Team tuvo su punto final en una final de Copa de Europa a manos del pragmático Milan de Fabio Capello. Hoy la historia se ha vuelto a repetir y se coloca una lápida al ballet Azulgrana que alcanzó lo más alto en este hermoso deporte.
Extensa introducción y es que ya basta de decir que el Bayern voló ante un Barca que caminaba, esto va más allá de frases que tratan de reflejar una catástrofe. Esta goleada hace rebalsar el vaso barcelonista porque le dice de mala manera que el tiempo de sus vacas sagradas ha llegado a su fin y que ya es el momento de buscar un futuro donde lógicamente los nombres y protagonistas van a cambiar. Que, si Lionel Messi debe renovar, esa es una decisión muy complicada para la directiva blaugrana, pero no es lo más importante porque tenemos un Gerard Pique en el peor momento de su carrera, un Luis Suárez que se le ve ocioso para tapar la salida del rival, y fichajes caros que no han rendido lo que de ellos se esperaba. Y por qué estos cracks de la talla de Antoine Griezmann o de Nigel de Jong se ven como principiantes en este equipo, pues porque la filosofía que lo llevó a lo máximo es en este momento lo que lo lleva al fondo. La liga se perdió y no se juzgó porque la Champions esperaba con un Napoli que exigía, pero no metía miedo.
El Bayern si daba miedo por sus números y como se ha respondido, con un Setien diciendo que Lewandowski no está a la altura de Messi, no era mejor decir que no se puede comparar a dos jugadores distintos. No sé y no creo que Quique pensara que Lio lo iba a llevar a las semifinales. Supuestamente el argentino es el corazón del Barca, pero como puede haber un latido coronario si de por sí este jugador bueno carece del espíritu de lucha que sí lo tenía un Maradona. Allí está la clave del porqué el Pelusa siempre será superior al rosarino.
El Barcelona debe renovar, la selección española ya lo hizo, hasta el Madrid se deshizo de Ronaldo y ya tiene en Valverde, Mendy, y Vinicius un relevo inmediato. Porqué entonces no se puede decir adiós a Pique, Jordi Alba, y Messi, que de extraño seria esto si los años pasab y como bien lo sabemos todos, ya no se puede pretender volar como a los 20 cuando encima tienes 33 abriles. La vejez pasa factura y eso se da en todos los aspectos de la vida.
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