domingo, 29 de enero de 2012

El carismático Arsenal

Una discutida filosofía de juego y la simpatía que esta genera. La ventaja del Aston Villa era indiscutible pese a su pragmático estilo. El profesor Wenger yacía en el banco satisfecho por el juego desplegado pero resignado por el resultado adverso.


Alexander Song batallando en el mediocampo. En un conjunto plagado de artistas el luchador trabaja a destajo. Walcott y sus incursiones eléctricas, Van Persie y la elegancia que emana. Todo muy lindo, pero derrota parcial al fin.

Por el lado de los villanos Alex McLeish hace uso de las corrientes irlandesas que soplan en su equipo. Shay Given en el arco, Richard Dunne acompaña al español Cuellar en el fondo, Steven Iralend guerreando en la derecha y el “galáctico” Robbie Keane forma la delantera junto a Darren Bent. A ellos hay que sumarle al búlgaro Stilyan Petrov en la volante.




La fortuna hay que forzarla y para ello se persiste. Con una amplia ventaja el Villa se proponía sostener el resultado y salir del Emirates con el cartel de verdugo ante la crisis e incertidumbre que experimentan los “cañoneros”. Todo se daba de acuerdo al plan pre establecido, pero cuando todo estaba anudado Richard Dunne fue presa del ímpetu y cruzo dentro del área a Ramsey. Penal facturado por Van Pierse y un nuevo partido que comenzaba. Caramboleada anotación de Walcott tras un fallido rechazo de Hutton, y desastrosa intervención de Bent para darle una nueva pena máxima al local y colocar el 3 – 2 definitivo.

Apoyo incondicional a quien entiende el fútbol desde una posición ornamental. Cierto es que hoy los números favorecieron como para refrendar un estilo, estilo este que enamora la visión pero que parece no alcanzar y, al final de cuentas el romanticismo a veces no es suficiente en el fútbol.

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