Cuando te vas eres el mejor y cuando estas eres uno más. Roberto Carlos
es miembro honorario de esa clase futbolística inigualable en su momento, pero
arrojada a un lado después. Sus teledirigidos remates, ausentes en la
actualidad, no son más que un portentoso recuerdo del último gladiador que dejó
la arena por el verde césped. Eran fines del 96, el Madrid había cedido un empate en casa frente al
modesto Logroñés dando rienda suelta al quejido de Fabio Capello: “Con estos
jugadores no se puede jugar mejor. Es lo que hay”.
Roberto Carlos era el lateral izquierdo de aquel conjunto merengue que
buscaba ser un calco del Milan. Un larguirucho arquero (Bodo Illgner), Hierro
con Alkorta en la zaga respaldando al holandés Clarence Seedorf y al francés
Christian Karembeu. Un gran proyecto en los pies de Raúl Gonzáles y los
atacantes de moda en España, el croata Davor Suker y el montenegrino Pedja
Mijatovic. En ciernes la sentencia Bosman y con el Barcelona atravesando la
etapa post Cruyff.
Adjudicándose la liga el internacional brasileño echaba por tierra las
críticas con las que tuvo que escapar de Italia, volviendo a ser ese lateral
rápido e infatigable que abría el campo y hacía fuego gracias al obús de su
pierna izquierda. Ya nadie mencionaba su paso por el Inter de Milan, todos o al
menos la gran mayoría dejaban salir los halagos más complejos para el ex
jugador del Palmeiras y digno sucesor de Junior (Mundialista en España 82) y
Branco (Campeón en USA 94).
Copas de Europa, ligas, Mundial, y después el Fenerbahce y el
Corinthians – su último gran club – antes de anclar o autoexiliarse en Rusia,
para desde las gélidas tierras de Stalin anunciar el retiro definitivo de la
actividad. Tan solo una luz de bengala para hacerse notar y hacer frente a la
muchas veces ingrata afición futbolística.
En tiempos cuando la banda izquierda tenía un dueño no cabía la
interrogante. Hoy, cuando el mundo se debería despedir de él y no él del mundo,
retumba al unísono: ¡Ha concluido la dinastía! Es una verdadera lástima.
0 comentarios :
Publicar un comentario