No esta ajeno a los desmembramientos pero está ligado a los hechos. Peñarol refrendó este jueves su contundente triunfo en condición de local frente al Caracas venezolano, consiguiendo el billete que le permitirá disputar la Copa Libertadores, un viejo pero conocido romance.
Gregorio Pérez es un técnico curtido en esta clase de retos y sabe que tiene en sus manos al subcampeón continental y a un conjunto experimentado pero igualmente ahorrativo, capaz de luchar hasta la extenuación pero sin las sutilezas de los puristas.
Gregorio Pérez es un técnico curtido en esta clase de retos y sabe que tiene en sus manos al subcampeón continental y a un conjunto experimentado pero igualmente ahorrativo, capaz de luchar hasta la extenuación pero sin las sutilezas de los puristas.
Establecido Sebastián Sosa en Boca Juniors los mirasoles no pudieron encontrar mejor sustituto en el internacional Fabián Carini, un guardavallas de reconocida trayectoria europea pero que la inactividad ha sido su mayor escollo. Alejandro Gonzáles sigue liderando una picapedrera defensa donde Valdez suele no tener concesiones al momento de rechazar el peligro, y Darío Rodríguez en la izquierda encara al tiempo y se niega a flexionar las piernas.
Rodrigo Mora
Fleitas sostiene al equipo en el medio, Estoyanoff aporta dinamismo y un secuencial apoyo a Rodrigo Mora y Marcelo Zalayeta, dos atacantes que se recogen un poco para tocar, “Danubio” por supuesto con lentitud, mientras que el ex jugador del Benfica le da esa pausa e inteligencia que toda oncena requiere.
Encuadrado en el grupo 8, el aurinegro tendrá que combatir contra el equipo de moda en el continente la Universidad de Chile, con el siempre complicado Godoy Cruz y con el mítico Nacional de Medellín de nuestro compatriota Johan Fano.
El subcampeonato se ve lejos, no imposible, pero lejos. Entonces, el título está al alcance de los sueños o de los botines. Con Peñarol nunca se sabe.
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