El paciente
está delicado y
la panacea parece ser
negociar y repotenciar
lo más rápido
posible. El Manchester United
acaba de anunciar
el fichaje del holandés
Daley
Blind, llegando casi al límite del
cierre del mercado, no
sin antes pregonar
también a tempranas
horas la llegada
de Radamel Falcao
a la entidad
mancuniana.
Olvídense de
la línea de
cuatro porque ahora
jugaran con 3 al
fondo. Jones, Evans y Blind. Así se
ha dicho y
tal parece que
así será. Di María
por dentro, estás loco, para
nada, el loco está
en Marsella y por aquí anda el
hombre de hierro. Me pregunto
qué ha pasado
con Shinji Kagawa, porque está
visto que Ander
Herrera dividirá la
medular con el escoces Darren
Fletcher. Dense cuenta que
estamos ante una
plantilla que tenido
una inversión cuyo
costo ha sido
de 190 millones
de euros.
Marcos Rojo
por la izquierda
y Antonio Valencia
por la derecha. Juan
Mata para enlazar
y Robin Van
Persie junto a
Radamel Falcao para
golear. Y todavía Van
Gaal ha solicitado
la llegada de
su compatriota Kevin
Strootman proveniente de la Roma. Es decir, estamos
ante una revolución
que se sustenta
con chequera en
mano y con un
estilo de juego
traído desde los países
bajos. Y es
que Van Gaal
sabe que el
triunfo en la
liga es lo
único que le
servirá cuando deba
presentar el balance
de una temporada
donde el United
ha gastado sin
medir consecuencias futuras.
Dos puntos de nueve
posibles. Peor inicio que
el de la era Moyes, y
sin embargo, con los
refuerzos simplemente se
dice que la
culpa no es
del técnico, sino que
la plantilla es
corta en comparación
a los demás. La cosas
están hechas y
el dinero ha
sido desembolsado. Muchos hablan
del Madrid como
el conjunto de
los galácticos, pero después
de ver a
este Manchester podemos
decir que la
gran vedette está
en Inglaterra. La única
diferencia es que
la orejona está
en el Bernabéu, mientras que Old Trafford
no albergará ninguna
noche europea en
esta temporada.
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