lunes, 10 de octubre de 2016

El proceso escoces



Un empate como local y se pone en tela de juicio un proceso. Escocia empató con Lituania en Glasgow y se ha dicho de todo, pero lo cierto es que toda renovación requiere de un sacrificio y quizá esto tenga mucho que ver con este inicio de las eliminatorias.

Sorprendió no ver a muchos históricos, o mejor dicho, a ciertos jugadores que tenían ganado un puesto dentro del equipo. Escocia no ha cambiado, al menos en lo táctico, pero los autores son otros. Quizá los únicos sobrevivientes son Darren Fletcher (West Bromwich) y Gran Hanley (Newcastle), lideres ambos y los llamados a ser las guías para la nueva generación que ya pisa fuerte en el vestuario escoces.


“Hemos hecho algún que otro cambio y vemos que en la plantilla hay muchos jugadores jóvenes. Si tienen el nivel, nos quedaremos con ellos, saltándonos los equipos sub 19 y sub 21”.

Palabras del técnico Gordon Strachan que deja muy claro cuál es el camino que adoptará la Tartan Army de cara al futuro. Es verdad esto de la renovación no por algo contra los lituanos alinearon desde un inicio Oliver Burke (Leipzig) y Chris Martin (Derby County), dos jugadores que tienen un presente distinto. El primero recién empieza internacionalmente, el segundo también aunque con 28 años dando sus primeros pasos con la camiseta azul profundo. En la medular se supone que Barry Bannan (Sheffield Wednesday) debía imponer su manejo del esférico, ojo, la función del ex jugador Aston Villa es asistir, pero cuando puede se descuelga para poder poner en práctica el remate desde fuera del área. Lituania presionaba al rubio volante que solo tenía que lateralizar el juego. Otro de los puntos fuertes del equipo es el movedizo Robert Snodgrass (HullCity), un jugador que se recoge, toca, acelera, aparece por el centro, y desborda con velocidad. En otras palabras es el único capaz de cambiarle el ritmo a un conjunto vertical y que con pases largos busca el pivoteo de Oliver Burke.


En general Escocia trata de mover el balón de forma rápida, pero esta rotación debe concluir con un centro aéreo buscando la cabeza de Chris Martin. Otra de las armas ofensivas de este equipo son los potentes saques de lateral de Callum Paterson (Hearts), marcador derecho que no necesita llegar a la última línea para ejecutar un pase en profundidad sin mucha precisión dicho sea de paso. Matt Ritchie (Newcastle) es otro jugador que aporta velocidad, no es tan participativo como Snodgrass, sin embargo, hace la diagonal ganándole la espalda al lateral derecho rival.

“Lo más importante cuando un jugador tiene entre 19 y 21 años es asegurarse de que juega muchos partidos, y eso es lo que quiero ver, que mis jugadores jóvenes tengan continuidad y jueguen encuentros”.



Así de enfático ha sido Gordon Strachan y pienso que este proceso puede traer sus frutos. Ya se ha visto que esta receta ha empezado a florecer en la selección galesa y pese al empate ante Lituania la impresión dejada por el cuadro escoces ha sido interesante. De todas formas, el no participar en un Mundial desde 1998 puede ser un peso que termine por echar abajo las buenas intenciones del ex jugador del Manchester United.

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