El resultado parece
mentiroso, pero no se esperar más ante un fútbol veloz y preciso. Partido
redondo para el Paris Saint Germain que recuperaba y golpeaba a un Barcelona
que cada vez más depende de sus figuras. En este momento nos preguntamos, es
tan competitiva la liga española.
El Barca se presentó
como un equipo largo, sin contención, y que no podía hacer nada ante un PSG que
jugaba a otro ritmo. Era lamentable ver como Busquets, André Gomés, e Iniesta
trataban de controlar a la medular parisina y a la vez construir juego. Se supone
que Neymar, Messi, y Suarez deberían tapar la salida del rival pero esto no fue
así. En la falta que derivo el primer gol de Di María, Iniesta tuvo que salir
lejos de su campo para tratar de presionar a Marco Verratti y esto dejo un
espacio grande para la subida de Meunier. Es decir, Neymar no marcó ni siguió
la proyección del lateral belga. Todo esto concluyo con la falta a Di María y
el posterior gol del ex jugador del Real Madrid. En general eran 5 jugadores
del campeón francés contra 3 catalanes.
En el segundo gol
Rabiot y Matuidi le roban un balón a Messi y Verratti termina habilitando a
Julian Draxler que encuentra el espacio puesto que tomaron a Jordi Alba
saliendo en proyección, y el alemán definió a placer ante su compatriota Ter
Stegen. Ya que mencionábamos al italiano Marco Verratti debemos decir que fue extraordinaria
su labor al anular a Iniesta. Superioridad numérica del cuadro local en todas
las líneas mientras que la MSN miraba desde arriba como sus compañeros sufrían.
Pero lo peor fue la frialdad de Messi, era como si no le importará que su
equipo este pasando penurias. Otra de las claves de este resultado es que el
PSG si tiene laterales y el Barca no, y en esto tiene mucho que ver la
pasividad que exponen los dirigentes catalanes al cerrar un fichaje. Por ejemplo,
no se dio lo de Darijo Srna, tampoco lo de Dayot Upamecano, y al parecer el
sueño de adquirir a Kylian Mbappé se ve bastante lejano.
Ahora, también hay
que reconocer que cuando los azulgranas presionaban la salida parisina quedo
demostrado que Rabiot y Matuidi poseen despliegue y talento. Verratti le da ese
pase inteligente y Di María tuvo la posibilidad de estar preciso en el remate. Lo
demás fue algo repetitivo. El Barca no creo una sola oportunidad de gol porque
no tiene plan B, peor aún no posee las variantes necesarias en el banquillo
como para cambiar el estilo de juego y buscar otras variantes. Ya lo habíamos visto
antes y creo que los días del tiki taka están envejeciendo como todo en este
mundo.
Contra el tiempo no
se puede y contra la juventud a veces tampoco. El Paris Saint Germain le jugó
como tenía que jugarle al Barcelona, presionando y desprendiéndose rápido y con
precisión. Creo que no le faltamos el respeto a nadie al decir que en este
momento el PSG tiene una mejor plantilla que el Barca, y que además, supo
reforzarse bien con Julian Draxler pensando precisamente en la Champions. El Barca
no planificó, ni pensó en ninguno de sus sueños más borrascosos que el día de
los enamorados le iban a dar una paliza inolvidable.
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