Dicen los que saben
que el clima laboral es una parte importante hoy en día. La pregunta es, qué
hacemos si hay un buen ambiente de trabajo, pero no se alcanzan los resultados.
El Chelsea lidera la Premier League y su técnico, el italiano Antonio Conte,
sabe que lo que vale a estas alturas es ganar solamente.
“Lo más importante es
el objetivo, ganar, no tener 21 jugadores felices”.
Una frase que resume
realmente lo que piensa y práctica el ex seleccionador italiano, que ha venido
a imponer su filosofía en un Chelsea que está realmente intratable. La idea es
hacer que el cuadro blue ejerza un monopolio en el balompié inglés tal y como
lo ha hecho la Juventus en Italia, sin embargo, es mucho más complicado hacerlo
en el reino puesto que hay muchos equipos que postulan al título nacional.
Ahora, el gran mérito de Conte es haberle dado la vuelta a un equipo cuya
pasada temporada fue nefasta a tal punto que ni siquiera alcanzó disputar un
torneo internacional. Esta es una gran ventaja ya que el conjunto londinense se
ha concentrado en la liga y ha podido completar el relevo que tanto se exigía a
este equipo. Por ejemplo, el eterno capitán John Terry ya no cuenta para el
primer equipo, mientras que el sistema de 4 – 4 – 2 ya no es el que se maneja
sino que se pasado a practicar el 3 – 4 – 3 que ha sido un espaldarazo para
jugadores como el nigeriano Víctor Moses y el español Marcos Alonso.
“Yo quiero ser feliz,
y lo soy cuando ganamos. Pero no lo
estoy cuando perdemos y tenemos 21 jugadores felices. Para ser feliz ve
al cine o al teatro”
Nada tiene que
interponerse en la dinámica del equipo y Conte lo sabe. Sabe que ganar la liga
es lo único que lo va a mantener en el cargo y es consciente de ello. Por eso
se concentra en lo más importante que es construir un equipo para ganar y no
para que goce de un ambiente feliz.
“Quiero a los
jugadores que peleen para ponerme presión, que me den problemas a solucionar, a
buscar la mejor solución para ellos. Debemos continuar y poner al equipo por
encima de todo”.
Esta es la forma de pensar
de Antonio Conte, un entrenador típicamente italiano que está haciendo las
cosas bien y que espera al final de la temporada ganar la liga. A él no le
interesa el clima laboral y creo que dentro de todo tiene mucha razón puesto que
si no hay resultados de nada vale tener un buen ambiente en el vestuario.
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