Es sin duda la principal figura del seleccionado islandés y el temor de no llegar al Mundial hace que todo el país este sumido en una fuerte incertidumbre. Gylfi Sigurdsson es de aquellos jugadores cuya sola presencia cambia el semblante de un equipo. No solo es el líder de Islandia sino que también es el jugador que pone la experiencia y equilibrio a un conjunto que por vez primera disputará un Mundial. Una lesión a la rodilla jugando para el Everton lo tendrá ocho semanas de baja por lo que su recuperación le permitirá llegar con los tiempos justos a tierras rusas.
"Gylfi Sigurdsson estará fuera de las canchas entre seis u ocho semanas. Seguiremos evaluando el progreso de Gylfi semana a semana y el equipo médico trabajará muy cerca de él para tenerlo jugando de nuevo lo antes posible".
Palabras de Sam Allardyce. Esperanzador, pero que no tranquiliza por completo. El ex jugador del Tottenham Hotspur es una pieza clave en la medular nórdica. De precisa pegada y gran pase, el volante no tiene en este momento un reemplazante fijo es por ello que recuperarlo es de vital importancia para el combinado dirigido por Heimir Halgrímsson.
Aron Gunnarsson (Cardiff City) y Emil Hallfredsson (Udinese) son los dueños de la primera línea de volantes. Birkir Bjarnason (Aston Villa) es el que desborda por las bandas y sin Gylfi Sigurdsson en el campo las posibilidades de Johann Gudmundsson (Burnley) crecen tremendamente para hacerse de un lugar entre los titulares. Los amistosos ante Perú y México serán un buen examen para que el seleccionador islandés prueba las variantes de cara a sus enfrentamientos mundialistas ante la Argentina, Croacia, y Nigeria.
Gylfi Sigurdsson llegará al Mundial y eso se puede dar por descontado, las dudas se crean en el ritmo futbolístico en el que llegará. Ahora, su presencia endurece aún más un mediocampo que no se anda con florituras y que tiene en la efectividad su mayor virtud.
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