jueves, 19 de agosto de 2010

El Real Moudrid

Con cada palabra una tonada y con cada tonada una esperanza. Hilarante carcajada que se burla de una verdad, cual sonrisa sarcástica del desdén que fingía un bien.

Camino que revoca un destino, infamia que concibe la envidia y no necesito la suerte porque allí esta la muerte. Tendenciosa y fraudulenta la ociosa se hace la lenta.



La de Kaká se sugiere grave, si es que la palabra lo permite, aunque escueta o económica, la verdad nunca miente y aunque desconfiada la ilusión, el madridismo se debate en la presunción.

La sonrisa de Mourinho se presenta con soltura, cumpliendo su deseo a Mezut Ozil ha convencido, que si de semejanzas hablamos a Snejder se apega; y si un Inter construimos, un Madrid recibimos.

Los de Chamartín no pudieron adquirir al anhelado Maicon-ojo con esto, “generales antes de la guerra” – se espera también al Ricardo Carvalho como revulsivo de los Cannavaro y Metzelder. Cual puntal de retaguardia que nos lleva a la vanguardia.



Y el eje termina por conformarse, de tiempos o de conceptos a soslayar. La piedra angular a un Xabi Alonso se apega y la punta del Iceberg aun Khedira se dedica, pero curioso con el turco-alemán ya que pisa el área y golea.

Un ser Cristiano a la diestra y la imagen Di Maria a la siniestra; sin caer en el catolicismo aunque sin rozar el agnosticismo, caramba, las alas divinas o los aires mitológicos.

Al despedirme suelo ausentarme, sin desechar lo mencionado o sin olvidar lo pensado, porque para verdad la veracidad y para falacia la esperanza. ¿Lo entendieron? Yo tampoco.

0 comentarios :

Publicar un comentario