Abrazaba el pensamiento que resbalaba entre mis manos, aquellas que acarician tu rostro y convierten un sueño en una realidad y una realidad en un sueño.
Con devoción tu imagen, sin tutear la divinidad porque irreal esta se desvanece en una ilusión, la cual con profusión aclama tu recuerdo y desdibuja el olvido.
“Soy blanco o negro, nunca gris”
Será que sumergido en mi fantasía tan solo tu imagen me cobija, o tal vez, creyéndome bendecido será tu mirada el nacimiento de una historia, con final feliz par algunos, con feliz final par otros.
Siendo el cáliz rebuscado reflejo en el horizonte, dichosa ella cuyo brindis enaltecido roza los cielos y sepulta la distancia, defenestrando el pesimismo y alojando la esperanza.
“Grondona me mintió”
Trémulo delineaba tu figura, siendo el pensamiento el erudito que creaba o el corazón el enamorado que conquistaba. No lo se o prefiero no saberlo.
Lacerando una verdad o incólume una imagen. ¿Por qué tan cerca? ¿Por qué inalcanzable? Siendo el puente lo inimaginable, aquello de lo que otros hablan y pocos sentimos; una imagen o un sueño.
“Bilardo me traiciono”
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