Amanecer gris aunque brillante. El calcio regresa para beneplácito de los seguidores, aquellos que se despiertan con la traición de Leonardo y, parafraseando al brasileño dirán: "A Narciso todo lo que no es un espejo no le gusta".
El Cagliari era el rival. Seria tedioso detallara el triunfo rossonero , es más, porque obsequiar lo que otros ya dieron.
La metamorfosis se cumple. Como no rememorar al geriátrico Milan de algunos lustros y compararlo con el actual que rebosa de juventud por varias aristas.
Hoy el líder alcanzo una victoria trabajada merced a un gol del “anónimo” volante de Sierra Leona Rodney Strasser tras una habilitación quirúrgica del díscolo Antonio Cassano.
La anécdota está narrada, pero los condimentos aun no. Como no señalar la progresión de los laterales milanistas, Ignacio Abate y Antonini, sobre todo este último, que hace de la velocidad su esencia. Tocara la cima cuando pula el último toque.
En la mediapunta al alemán Merkel se le aprecia algo verde, falto de minutos. Sin el poder resolutivo que busca Massimo Allegri para cerrar el rombo que constituye el mediocampo milanista.
Pato y Robinho llevan el estandarte de la canarinha, la cual se vio resquebrajada por la inminente partida de Ronaldinho.
Se requiere aun la presencia de los duchos Pirlo e Ibrahimovic y , hasta del inagotable Fillipo Inzaghi, pero según creo la nueva ornada esta a las puertas, a punto de ingresar.
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