Ir contra la corriente suele causar controversia. No necesariamente la mayoría tiene la razón. Ante ustedes una díscola opinión.
El mundo le rinde pleitesía. Tal parece que todos estamos suscritos al Grafico. Messi es el mejor del mundo así lo dice la FIFA, así lo dicen todos.
La fiebre barcelonista se apodera del planeta. Ese toque lleno de magia y dinámica enamora a los eruditos del balompié, pero más que un entendido, el que les habla es un desentendido que se niega a creer lo antes mencionado.
Esta película la he visto antes con Riquelme, D’Alessandro, Aimar y Saviola. Y hay otros, hasta el extirpado Ortega.
Seis títulos en una temporada. Acaso no es cierto que el barca no debió pasar la semifinal contra el Chelsea, en un ya olvidado 2009.
No hubiera orejona, ni Supercopa y mucho menos Mundial de clubes. Entonces, porque vender antes de creer.
No hubiera orejona, ni Supercopa y mucho menos Mundial de clubes. Entonces, porque vender antes de creer.
Lejos están los premios a Masopust, Stoichkov, Suarez y tantos otros notables. No estoy aquí para impartir justicia y si alguien coincide escudo en mano camine, porque hoy la Messimania inunda y la cordura se desfonda.
Gracias.
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