lunes, 18 de abril de 2011

Caída por la copa, los “amigos” te tienden la mano

Aun en la retina el mortal latigazo de Jee Sung Park , la onerosa figura de Fernando Torres y la común escena de siempre, el Manchester avanzando y el Chelsea lamentando.

Londres acogía la semifinal de la F.A Cup. Tramite, decían algunos, como para seguir con el sueño del trébol o para confirmar la hegemonía de los de Old Trafford, y de paso, para descartar la continuidad de Roberto Mancini.



Carrick se veía desahogado con Scholes al costado, ambos autores de la salida límpida de los rojos , y con la fe descansando en Nemanja Vidic y Rio Ferdinand en la zaga.

Solemnidad y pulcritud aromatizaba un duelo de mayor urgencia para el Manchester City , menoscabado por la ausencia de Carlos Tevez y con la incertidumbre de un álgido Mario Balotelli.

Los ciudadanos aguardaban al rival – sabiéndose inferiores en el colectivo – pero con la certeza de poder equiparar el asunto con la movilidad por dentro del español David Silva, la claridad y desdoblamiento de Garreth Barry y el cansino pero inteligente trote de Yaya Toure.

Mancini se ocupo de limitar a Scholes , para ello destinó al “cirujano” Nigel de Jong , todo un ducho en anestesiar al organizador antagonista.

Nivel superlativo obliga a reducir los errores, no cumpliendo esta premisa Berbatov, quien desaprovecho una brillante asistencia de J.S.Park y no alcanzo desnivelar debido al bloqueo de Hart.



Zabaleta concentrado en la anticipación a Nani, marca pasiva a la salida por parte de los mulatos Toure y Balotelli, siendo el ex Olympiakos un fino enlace con el suficiente panorama para construir un pase entre líneas.

La parte final continuaba con un monologo insípido del united, contrastando con una insinuación bélica de los celestes, donde Kolarov despego y nunca sesgo su vuelo mutando a Valencia de agresor a marcador.

Alan Johnson pegado a la diestra y carcelero de las subidas de Evra. Desliz espantoso de Carrick en la salida consumada por Toure, de prominente zancada y criteriosa definición. Mínima diferencia aunque suficiente desigualdad.

El nuevo Wembley se acomoda para la “orejona” mejor caer en la copa que frente a Raúl y los suyos. Que lastima, Dimitar no es Wayne, al menos por ahora, y Valencia no es Hernández , dicho sea de paso por sus rasgos.

Cuidado Ferguson, la liga tiene sus cosas, aunque una ayuda siempre se da, no es así señor Wenger.

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