martes, 18 de octubre de 2011

La inmortalidad de Grondona

El continuismo aún se impone. De nada valen los fracasos futbolísticos, creó que es parte de un premio para quien se instaló perpetuamente en el sillón de la AFA.

Es ya un borroso 1979, el inicio sin un final. Casi nadie lo recuerda, es como si el fútbol argentino nació, creció y se desarrolló, en los brazos de Julio Humberto Grondona.

Es notoria la molestia que me acompaña, y es que aún está en el paladar las vergonzosas actuaciones de la albiceleste en los últimos torneos. Por supuesto que los dirigentes no juegan, frase inmortal que funge como escudo de los mandamases, que hacen y deshacen, que ponen una piedra y destruyen un altar.

Mundial 86, 2 medallas olímpicas y 2 copas Américas para estirar el curriculum. Alfio Basile, Diego Maradona, Sergio Batista y finalmente Alejandro Sabella. El erudito, un Dios, el incoherente y hoy el salvavidas. ¿Cuál es el rumbo de la nacional? Atacar con 10 y defender con 1 o atacar con 5 y soslayar la medular.



Pero Grondona es algo más que la selección, es también el autor del frases bochornosas: “Los judíos no llegan a ser árbitros de la primera división en la Argentina porque el mundo del fútbol es algo difícil, trabajoso, y a los judíos no les gustan las cosas difíciles”.(2003)

Es aquel que puede salir un lunes hablando ante una cámara oculta de negocios turbios, y ser al día siguiente reelegido como presidente de la AFA.

Aires prepotentes y ególatras que son el colofón ideal para declaraciones como las que detallamos a continuación:

“Los clubes saben que soy el menos malo de los dirigentes que pueden ser presidentes de la AFA , ellos me pusieron. No me pienso ir jamás. Ahora, si los clubes quieren que me vaya. Yo no me voy”. (1999)

“En la AFA no apareció ningún dirigente que pueda sacarse la camiseta. El único que colgó la camiseta fui yo”. (1999)

Claro que se quitó la camiseta, porque si el fútbol es un juego colectivo, Grondona no lo entiende así. Escuchen todos, hay un viejo inquilino en el balompié argentino, el Julio Grondona F.C. Si no lo ganas en la cancha, lo harás en la mesa, o por debajo de esta.

Y después se preguntan que se está haciendo mal.

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