Cuando el dinero te lo permite, las opciones se estiran. El Barcelona ya trabaja en la próxima temporada y no ha dudado en camuflar sus intenciones de adquirir al galés Gareth Bale, la perla más codiciada del mercado, aunque sin la garantía suficiente de ser el revulsivo que los azulgranas necesitan.
Medios esbozan la oferta barcelonista que está tocando las puertas de Bale. Un extremo izquierdo vertical, con un cañón en la zurda y con un demoledor cambio de ritmo. Ahora, colocarlo en el lateral sería alejarlo de su habitad natural, esto tomando en cuenta que el campeón del mundo está buscando un marcador que pueda reemplazar al convaleciente Eric Abidal y al brasileño Adriano.
La idea es que el galés fuerce su salida del Tottenham y acepte los 40 millones de Euros que la entidad española le ofrece. Todo es muy suculento, aunque no estamos tan seguros que los de White Hart Lane dejaran partir a su máxima figura, y si lo hacen, tal vez los 40 millones solo sean parte del pago.
Cuando los deseos se imponen, los inconvenientes se multiplican.
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