Mutar la historia
no se hace
de la noche
a la mañana. Como dirían en
las calles limeñas, cada
loco con su
tema. Con el mayor
de los respetos
por supuesto. Colombia hace ya
más de 20
años nos regaló
una inolvidable página
de la historia
futbolística, lo malo fue
que este era
el final y
no el inicio
de su reinado.
Hay fechas que
se recuerdan por
siempre. Fechas que pueden
decir algo o
señalar que tras
ello el mundo ya
no fue el
mismo. Dicen que el
futbolista colombiano aprendió
a jugar con
el balón gracias
a los peruanos. Podemos remontarnos
a la época
del dorado o
tan solo ver
las filigranas que
grandes como Cesar Cueto
o Julio Cesar
Uribe dibujaron en
los terrenos colochos. Eso es
historia.
La primera vez
que vi a
Carlos Valderrama percibí
lo mismo que
muchos. Una cabellera rara. Era pequeño
y lógicamente no
sabía de modas
ni de idiosincrasia. Era la Copa
América de 1987
y aun se
hablaba del duelo
Maradona – Reyna. En el 90
celebré el gol
de Fredy Rincón
a Bodo Illgner y
también me burle
cuando Roger Milla
humilló a Rene
Higuita.
Pasaron algunos
años y nuevamente
el tema en
cuestión tenía que
ver con Maradona y
su ausencia en la selección
argentina. Claro que no
era la discusión del
momento porque el
bicampeón de América
dominaba el continente, y en
el último partido
eliminatorio se suponía
que Colombia seria
la víctima y
el invitado especial
para firmar el
pasaje al mundial yanqui.
Leo Rodríguez,
Gabriel Batistuta, Ramón Ismael
Medina Bello, entre otros. El “Coco”
Basile en el
banco y enfrente
un puñado de
cafeteros buenos pero sin
el pedigrí suficiente
para aguarle la fiesta
a los presuntuosos
albicelestes. Argentina tuvo la
iniciativa, pero solamente eso, y
con espacios y
con un preciso
Valderrama, este era un
parque de diversiones para los
explosivos Faustino Asprilla
y Adolfo Valencia. Rincón arrancaba
súbitamente y hasta
el destructivo Leonel Álvarez
se atrevió a llegar
a posiciones de
ataque. Perea y Mendoza la pasaron bien, “Barrabas” Gómez llego
a todas y
a lo mejor
Oscar Córdoba puede
decir que esta
fue la mejor
de las noches balompédicas que
ha vivido.
Maradona se disculpó
después y Argentina
clasificó al Mundial
vía al repechaje
contra Australia. Colombia se
puso de moda. Ganó todo
previo a la
cita mundialista. Llego a
Estados Unidos con
el favoritismo al
tope y regreso
a su tierra
eliminado en la
primera fase y
con un muerto
encima. Todo tan rápido
y complicado de
digerir. Me despido con
mis recuerdos borrosos
y con una
frase del gran periodista Mauricio
Silva:
“Para
Colombia esta fue
una lección del
tamaño de América, podemos ser
los mejores, pero no sabemos
cómo lidiar con eso”.
Eso es historia.
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